¿Hambre o ansiedad?
“Estoy muerta de hambre” ¿No te ha pasado alguna vez que llegas a casas y arrasarías con todo lo que hay en la nevera? Un momento ¿Con todo? Entonces ¿porque solo tienes ansiedad por cosas dulces? El día a día nos provoca situaciones que nos desemboca en un apetito fuera de lo común que hace que acabemos ingiriendo alimentos que no necesitamos. Si te ha ocurrido esto, acabas de tener un ataque de hambre emocional.
Ansiedad por comer ¿Qué es el hambre emocional?
En vez de llamarlo ansiedad, luego te explicare porque, llamemosle hambre emocional, y este se produce cuando las personas comen en respuesta a las emociones que se tienen en ese preciso momento, usan la comida para regularlas sin tener una necesidad física real de comer.
El hambre emocional también es una respuesta ante cierto tipo de alimentos, ya que nuestro cerebro lo asocia a recompensas dándonos placer y que puede ser una respuesta para sofocar una variedad de emociones negativas, como el estrés, la ansiedad, la tristeza, el aburrimiento o la soledad.
¿Cómo diferenciar el hambre real con la ansiedad?
Básicamente, el hambre se produce cuando el estómago está vacío y necesita ser llenado. La ansiedad, por otro lado, es una respuesta del cuerpo a un estímulo emocional (tanto positivo como negativo) y puede ocurrir sin importar si el estómago está vacío o lleno.
Otra forma de diferenciar el hambre de la ansiedad es el tipo de alimentos que se desean. Cuando se tiene hambre, generalmente se quiere comer algo sustancial y nutritivo, mientras que la ansiedad puede hacer que se desee comer cosas que son altas en azúcar o grasas, como dulces o comida chatarra.
Sigue estos 4 pasos.
- Identifica los síntomas de hambre y de ansiedad.
- Piensa en lo que te ha ocurrido durante el día.
- Considera si tienes algún problema de salud que pueda estar causando los síntomas.
- Si no estás seguro, consulta con un médico o un terapeuta.
Las 3 principales razones por las que la ansiedad nos impulsa a comer.
Las principales razones de la ansiedad que nos impulsa a comer son la falta de energía, el estrés y la ansiedad.
Algunas de las razones principales de la ansiedad que conducen a comer en exceso son:
- Sentirse estresado o abrumado.
Cuando nos sentimos estresados o abrumados, nuestra relación con la comida puede cambiar. Podemos encontrarnos con antojos de alimentos reconfortantes, o comiendo más o menos de lo habitual. También puede resultarnos difícil concentrarnos en preparar comidas saludables. Algunos de nosotros incluso podemos recurrir a la comida como una forma de hacer frente a nuestras emociones.
Sentirse estresado o abrumado puede afectar la forma en que se relaciona con la comida. Es posible que se coma más o menos de lo habitual o que se sienta menos interesado en la comida. También se pueden experimentar cambios en el apetito o el gusto por la comida.
– Preocuparse por un evento o situación específica
– Sentir que no tienes el control de tu vida
– Sentirse solo o aislado
– Sentirse aburrido o inquieto
– Consumir alcohol o drogas
- Mala relación con uno mismo.
¿Cómo te hablas? Respóndete ¿Cómo te valoras a ti mismo? ¿Con quién te comparas? ¿Cómo te cuidas? ¿Cómo cuidas tu aspecto? … Todas estas cuestiones son clave y frecuentemente nos infravaloramos, el diálogo (o “hablar solo”) suele ser negativo por lo que las emociones son malas ¿Cómo apaciguamos esta frustración? Si, lo has adivinado, con la comida.
- Insatisafacción con mi vida.
Antes a salido una expresión: “hablar solo”, es una forma de simular situaciones, ya sea del pasado o del futuro, en el cual cramos nuestro escenario, si es una situación pasado nos genera frustración, nos deprime, ya que no hemos obtenido el resultado deseado y nos genera ansiedad por saber como será nuestro futuro, el resultado suele ser buscar alimentos que nos generen felicidad, que liberen serotonina (también se la conoce como la hormona de la felicidad) , y dopamina (hormona de placer y relajación), y si el mayor liberador de estas hormonas es el azúcar, por eso buscarás alimentos ricos en azúcar.
Comer por ansiedad y hacer dieta.
Tienes que aprender a “escucharte”, hay veces que confundimos las ganas de comer con las ganas de beber agua, entonces vamos a la nevera o a la alacena y si dudamos entre que escoger, ya sabes, es sed.
Muchas veces nos ponemos a dieta pensando que esta es la definitiva, pero si no aprendemos a diferenciar el hambre real del hambre emocional, podremos dejar de estar a dieta toda la vida, lo más importante es mantener un equilibrio, ser conscientes y vigilar nuestra ansia por la comida, saber gestionar estos picos de ansiedad.
Uno de los problemas de hacer dietas constantemente es que son efectivas solo al principio, ya que el cuerpo se va acostumbrando, “tiene memoria” y entramos en bucle, cada vez hacemos dientas más restrictivas, el resultado es cada vez más corto, abandonamos y al final las desechamos por que no sirven, tienen efecto rebote… Y no entran en el problema principal que es nuestro cambio de hábitos, cambiar la relación con la comida y como evitar la ansiedad.
¿Cómo evitar el hambre emocional y la ansiedad?
Como ya hemos hablado antes, el hambre emocional no es para satisfacer nuestras necesidades fisiológicas sino de nuestra mente, responde emociones tales como tristeza, enfado, ansiedad, frustración…
Una vez que ya sabemos distinguir entre ambas, 7 trucos para evitar el hambre emocional:
- Buscar otras recompensas: Evitar alimentos azucarados. En mi ebook: Desintoxicate del azucar en 7 días, tienes consejos, trucos, recetas, etc para evitar y sustituir los alimentos con azúcar.
- Hazte un menú diario de comidas con antelación. En mi grupo de telegram tienes los menús de toda la semana con snak a media mañana y tarde.
- Ten siempre en tu menú alimentos que sacien, como las frutas, verduras y alimentos proteinícos.
- ejercicio, haz ejercicio a promera hora del día, veras como te cambia la perciepción del mismo.
- duerme bien, el ritmo circadiano alterado nos incita a comer.
- mucha agua, estar bien hidratada es fundamental como hemos explicado antes se puede confundir hambre con sed.
- manten la mente ocupada, puede ser con un libro, un hobbie, una película, algo que te reporte placer.
Recuerda que la información proporcionada en este artículo no es un sustituto del consejo médico profesional. Si tienes dudas, consulta a un profesional de la salud.